Una América latina sin Chávez


BOGOTÁ.— Una eventual inhabilitación del presidente venezolano Hugo Chávez produciría un reacomodo de fuerzas en América Latina en el cual Brasil consolidaría su liderazgo regional, el bloque de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y los países que lo integran se verían muy debilitados y Cuba y Nicaragua podrían padecer desabasto energético, dijeron especialistas en asuntos de política exterior.
Las doctoras colombianas en estudios internacionales e investigadoras de la dimensión regional del chavismo, Socorro Ramírez, Martha Ardila y Diana Marcela Rojas coincidieron en señalar, en entrevistas con EL UNIVERSAL (por separado), que ni el presidente ecuatoriano Rafael Correa ni el de Bolivia Evo Morales tienen el peso político del mandatario Chávez para sustituir el liderazgo y activismo que éste ha ejercido en los últimos 13 años en Latinoamérica.
Ramírez, maestra y doctora en Estudios Internacionales por la Universidad de París I y coordinadora del Grupo Académico Colombia-Venezuela desde 1998, aseveró que el primer impacto de una posible ausencia de Chávez sería sobre el ALBA, bloque izquierdista latinoamericano impulsado por el convaleciente gobernante venezolano e integrado por Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Dominica, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda y Venezuela.
“Sin Chávez, el ALBA va a perder mucho peso en la región, y aunque presidentes como Correa y Morales tienen un reconocimiento, no tienen todos los contundentes recursos de poder de Chávez (petróleo, carisma, seguidores), y sus países pesan menos desde el punto de vista geopolítico. Ninguno de ellos está en condiciones de reemplazar a Chávez y la eventual pérdida de Chávez sería un golpe terrible para Ecuador y Bolivia”, afirmó la analista.
El post-chavismo
El pasado 8 de diciembre, el presidente Chávez anunció de manera sorpresiva a los venezolanos la reaparición del cáncer que lo aqueja desde hace año y medio y dijo que en caso de que esa enfermedad lo inhabilite y “algo ocurriera”, el canciller y vicepresidente venezolano, Nicolás Maduro, debe ser su sucesor y ser elegido como el nuevo presidente. Por primera vez, el gobernante sugirió de manera abierta que puede morir y todo el mundo se pregunta qué pasará en el país petrolero y en la región si llegara a faltar.
Para Rojas, profesora e investigadora del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales (IEPRI) de la Universidad Nacional de Colombia, Maduro no tiene la fuerza para sustituir a su mentor en el escenario regional.
“Aunque tiene una buen imagen internacional y se le percibe como un moderado, Maduro no tiene toda esa capacidad de movilización y de retórica que tiene Chávez; su personalidad es otra, y es muy difícil que cuente con todos los recursos petroleros con los que contó Chávez”, declaró Rojas, quien también es doctora en Relaciones Internacionales por la Universidad de París VII.
Ardila, por su parte, comentó que parte del liderazgo regional que construyó Chávez desde su llegada al poder, en 1999, estuvo “muy amarrado a una diplomacia petrolera que no es nueva en Venezuela, pero que él llevó a una situación extrema que a Maduro le va a ser muy difícil sostener porque la ayuda que canaliza Venezuela al exterior es un tema muy sensible en el país, inclusive dentro de las mismas bases chavistas. A Chávez se le tolera, pero quién sabe a otro presidente que no tenga su fuerza y legitimidad”.
Según la oposición venezolana, el gobierno del presidente Chávez destina unos 10 millones de dólares al año en ayudas a otros países de la región, en especial a Cuba, Nicaragua y Bolivia, mientras que el profesor de la Escuela de Economía de la Universidad Católica Andrés Bello, en Caracas, Orlando Ochoa, estima en 40 mil millones de dólares, cifra equivalente al 40% del gasto público de Venezuela, el monto de la deuda de las naciones de la ALBA y del acuerdo energético Petrocaribe con la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
“Con una situación económica como la que vivirá Venezuela en 2013, cuando se espera una devaluación del bolívar frente al dólar (en el mercado negro se cotiza más de tres veces por arriba de su precio controlado) y una desaceleración, será muy difícil sostener esas ayudas al exterior, sobre todo si falta Chávez. Maduro tendrá más presión para no regalar el petróleo y los que más sufrirán, con riesgo de desabasto (de crudo), son Cuba y Nicaragua, que tanto dependen del petróleo y de la ayuda de Venezuela”, señaló la analista Ramírez.
Brasil se reafirmaría
Ardila, maestra en estudios latinoamericanos por la Universidad de Texas, en Austin, y doctora en relaciones internacionales por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), consideró que en caso de que Chávez se aleje de la escena regional se produciría “un reacomodo de la jerarquía de poder a nivel latinoamericano” en el que Brasil, gobernado por la socialdemócrata Dilma Rousseff, reafirmaría el liderazgo que ha venido ejerciendo en los últimos años.
“Una ausencia de Chávez le daría sin duda más poder a Brasil y se abriría paso un liderazgo regional más moderado. Yo creo que Brasil tenía que aceptar a regañadientes muchas cosas de Chávez, como su discurso de rupturista muy a la izquierda, para sobrellevarlo”, dijo la también directora del Observatorio Latinoamericano y del Caribe de la Universidad Javeriana en Bogotá.
De acuerdo con la directora de la Maestría en Estudios Latinoamericanos en esa casa de estudios, Brasil tiene recursos muy importantes para reforzar su peso en la región en un escenario post-Chávez, como el tamaño de su economía, que es la séptima del mundo, su peso geopolítico y su elogiado modelo de desarrollo, que combina políticas de mercado con una agresiva estrategia social.
El mayor riesgo
Las especialistas consultadas coincidieron en señalar que el peor escenario para Venezuela y la región ante una hipotética inhabilitación permanente de Chávez sería una disputa de poder al interior del chavismo que creara una grave situación de inestabilidad en ese país.
“En ese caso, Colombia (que comparte una frontera de 2,220 kilómetros con Venezuela) se vería afectada fundamentalmente en los territorios limítrofes porque son muy interdependientes y tienen gran actividad económica y comercial, y porque eventualmente podría haber un retorno masivo de colombianos que viven en Venezuela (más de dos millones)”, según declaró Rojas.
La profesora de la Universidad Nacional estimó que con una Venezuela estable, el gobierno colombiano del jefe del Ejecutivo Juan Manuel Santos, “que es tan pragmático, va a tener una excelente relación con la persona que esté en el gobierno, sea Chávez, Maduro o un líder opositor, y habrá una continuidad de estilo en cuanto al manejo de las relaciones con Venezuela”.
Para Ardila, una eventual ausencia de Chávez pudiera tener un efecto adverso en el proceso de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC, ya que el convaleciente mandatario de Venezuela fue un factor determinante para que ese grupo rebelde de Colombia aceptara negociar “y Maduro, en todos los casos, no sería lo mismo”.
Rafael Croda corresponsal, El Universal, 30 de diciembre.

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