Extreman seguridad en gira presidencial

El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, arribó ayer al país bajo estrictas medidas de seguridad, que incluyeron la movilización de más de 4 mil elementos, entre miembros del Estado Mayor, el Ejército, las policías Federal y del DF, así como del Servicio Secreto, y el cierre por 30 minutos del espacio aéreo en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

El Mandatario aterrizó a bordo del Air Force One en punto de las 14:08 horas.

Tras bajar del avión y recorrer los cerca de 10 metros de la alfombra roja que había sido tendida para su recibimiento, Obama subió a su automóvil Cadillac, conocido como "La Bestia".

El convoy que trasladó al Presidente estadounidense del aeropuerto a Palacio Nacional estuvo compuesto por dos camionetas Suburban que se fueron a la vanguardia, y en cuyo interior viajaban elementos del Servicio Secreto portando armas largas.

Después, las dos limusinas Cadillac, una de las cuales sirve como señuelo; otras dos Suburban con más agentes armados, y camionetas tipo Van, también con personal de seguridad.

El primer círculo de seguridad del Presidente Barack Obama siempre estuvo a cargo de agentes del Servicio Secreto.

Desde temprana hora, la vigilancia del Hangar Presidencial fue reforzada. Un helicóptero de la Secretaría de Marina estuvo realizando sobrevuelos, mientras que personal del Servicio Secreto efectuó recorridos con perros adiestrados.

Algunos agentes vestían pantalón color caqui y playera negra, otros combinaban camisa negra con pantalón verde y otros más portaban traje.

En la azotea de las oficinas administrativas del hangar, elementos del Ejército realizaron vigilancia apoyados con binoculares y rifles de largo alcance.

En la entrada fue colocado un arco de detección de rayos gamma de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, que sirve para realizar inspecciones no intrusivas a cualquier tipo de vehículo o contenedor para la búsqueda de armas, explosivos o cualquier tipo de artículo prohibido.

En el perímetro del Palacio Nacional, donde fue el primer encuentro, las calles fueron cerradas con vallas metálicas.

Desde Izazaga a Pino Suárez, el acceso vehicular fue restringido. Los negocios ubicados en el trayecto, no operaron, y la Catedral Metropolitana cerró sus puertas.

En Polanco, cientos de elementos del Estado Mayor Presidencial y de la Policía Federal reforzaron la seguridad en las inmediaciones del Hotel Presidente Intercontinental.

Sólo se impidió el acceso en la lateral de Arquímedes, entre Paseo de la Reforma y Andrés Bello, y entre Arquímedes y Campos Elíseos. También se colocaron vallas metálicas entre Temistocles y Eugenio Sue para dividir la banqueta del arrollo vehicular.

En el acceso norte del hotel, la Policía Federal dispuso de dos patrullas y un sistema móvil de inspección de rayos "x"; además, realizó rondines y patrullajes.

Fuentes oficiales informaron que se desplegaron hasta 20 francotiradores en los edificios aledaños al lugar.

Despliegue

Parte de la movilización que se efectuó ayer para resguardar la visita del Presidente Barack Obama.


HANGAR. En la azotea de las oficinas administrativas, elementos del Ejército vigilaron la llegada.

TRASLADO. Más de 15 camionetas con agentes de seguridad acompañaron los trayectos de la comitiva.

POLANCO. La vigilancia en el Hotel Presidente Intercontinental fue reforzada desde temprano.

POR AIRE. Un helicóptero de la Marina sobrevoló el aeropuerto, el Zócalo y la zona hotelera de Polanco.

PALACIO NACIONAL. Militares y elementos de la Policía Federal supervisaron edificios aledaños.

SALIDA. Agentes de la Policía del DF abrieron paso al convoy presidencial.




'Entrenado'

Un perro del equipo de seguridad del Presidente de los Estados Unidos, asignado a la vigilancia en el Hotel Presidente Intercontinental de Polanco, defecó en una glorieta sin que el agente a su cargo recogiera las heces.

Rolando Herrera, Leslie Gómez y Antonio Baranda, Reforma, 3 de mayo.

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