'La vamos a tirar, la vamos a tirar'

Si la clase política concita el descontento de los maestros agrupados en la combativa Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), por haber empujado la reforma educativa a instancias del Pacto por México, la proclama que unifica la protesta es inequívoca y retumba en 5 de Mayo, a la vista del Zócalo: "La reforma educativa, la vamos a tirar..."
 
De la Normal de San Cosme al Zócalo, con escala en Televisa, el movimiento magisterial marcha en un 15 de mayo que se antoja complicado. Si en Los Pinos el Presidente Enrique Peña puntualiza que la reforma no busca perjudicar a nadie -y menos privatizar la educación-, en las calles los maestros reclaman la derogación de los artículos 3° y 73 Constitucional para abolir la ahora satanizada evaluación y recuperar la gratuidad.

"Peña Nieto decía: 'ni marchas ni plantones'. Aquí le demostramos que somos más cabrones..."
Desaparecido el maestro Guadalupe Pérez Sánchez, la CNTE determina que la vanguardia del contingente la conformen maestros de la región de las cañadas de Oaxaca, de donde es oriundo el mentor. Luego, de la Mixteca, de Tultepec, de Valles Centrales, de la Costa y del Istmo. Atrás, los profesores y normalistas de Michoacán, Guerrero, Hidalgo, Tlaxcala y San Luis Potosí.

"Los medios y la televisión sólo hablan mal de nosotros. Pero no saben que en la primaria rural General Emiliano Zapata de Huichapan (Hidalgo) hay niños que han competido en la Olimpiada Nacional del Conocimiento, y que han ganado becas del Bicentenario", reprocha la profesora Solís, que enseña en ese plantel.

La maestra acaba de comprar una playera con una sentencia de Gandhi: "Cuando una ley es injusta, lo correcto es desobedecer". Los maestros, arriesga, están en esa tesitura.

"Educación primero, al hijo del obrero. Educación después, al hijo del burgués. La reforma-educativa, es puro-disimulo". Los maestros colman la Ribera de San Cosme hasta Insurgentes Norte, y allí encuentran, como si fueran maratonistas, la acogida solidaria de decenas de electricistas.

"¡Maestro-amigo, el SME está contigo!" "¡Maestro, hermano, el SME te da la mano!". La columna llega a Paseo de la Reforma y la retaguardia apenas dobla por San Cosme. En Niza, la marcha avanza hacia avenida Chapultepec para hacer escala en Televisa. A la cabeza de los maestros, el secretario general de la sección XVIII de Michoacán, Juan José Ortega Madrigal, advierte que el movimiento no rendirá cuartel "hasta la derogación del artículo tercero y 73 de la Constitución".

El dirigente ríe cuando relata el acercamiento que, junto con una comisión, sostuvo la víspera con el Consejo Rector del Pacto por México y los dirigentes nacionales del PRD, PAN y PRI. "Al principio había tensión. Nosotros no le tenemos desconfianza al Pacto".

Tocado con un sombrero, y escoltado por un elemento de seguridad, Ortega Madrigal dice que fue "una reunión de muy buen nivel", en la que los partidos y el Gobierno "empiezan a conocer el verdadero movimiento democrático".

Y desgrana: Gustavo Madero, del PAN, "se preocupó mucho por la lectura de nuestro documento (el que la CNTE puso en un principio en manos de Gobernación). Desde el principio hasta el final, contestó todas nuestras preguntas. Sí sabía".

César Camacho, del PRI, "trabajó bien en la conducción de la mesa. Y Jesús Zambrano..., mejor me reservo. Bueno, le voy a decir: el PRD surgió de la inconformidad de los movimientos sociales, nosotros esperábamos un partido más solidario".

Los maestros hacen una parada de una media hora frente a Televisa, donde el propio dirigente deja en la mesa de noticiarios un documento para protestar por la "distorsión" que la televisora hace del movimiento. Y de allí, a la Suprema Corte, donde llueven epítetos contra los altos magistrados. El plantón en el Zócalo se refuerza.

La lucha de los maestros de la CNTE entra en un impasse a la espera de lo que resuelva el Pacto por México. Muchos se apretujan en las tiendas de campaña. La letra ¿con Pacto entra?

Mayolo López, Reforma, 15 de mayo.