“Mi lucha es pacífica; la violencia es del gobierno”


CARACAS.— “Sé paciente si la vida te trae sufrimientos. Confía en Dios, Él te ayudará”. Se trata de una frase del Eclesiástico, uno de los libros sapienciales del Antiguo Testamento, que describe al ex candidato presidencial venezolano Henrique Capriles Radonski en este momento: un hombre paciente y confiado. “Tú eres mi presidente”, le dicen. “Y yo gané”, responde con una sonrisa.
El gobernador de Miranda está seguro de que triunfó en las presidenciales del 14 de abril en las que se declaró ganador a Nicolás Maduro y de que repetirá la hazaña en los próximos comicios, sean cuando sean. Aguarda paciente por su objetivo de un cambio, sin prisa por agotar las vías institucionales —nacionales y extranjeras— con su reclamo de que le “robaron” las elecciones.
¿Cuál es la hoja de ruta de Henrique Capriles para la oposición?
Lo primero es insistir en que esto es una lucha pacífica, de principios por la verdad. Esto es una lucha gandhiana. Creo que hemos marcado una ruta distinta, que nos hace distintos al gobierno y no podemos actuar igual que ellos.
La intolerancia, la violencia, esa siembra de división entre los venezolanos, se la regalo al gobierno; eso es de ellos, nosotros tenemos que marcar distancia con ese tipo de actuaciones. Ni violencia física ni violencia verbal. Cuando escuchas a Nicolás Maduro es muy fácil caer en un terreno de insultos. Hay que tener mucha paciencia. La ruta, además de pacífica, está en el marco de la Constitución, en el marco de las leyes. Que le quede claro a los venezolanos que siempre fue así.
¿Por eso dice que Maduro va en caída?
Maduro no solamente fue un pésimo candidato, sino que ha demostrado no tener ninguna visión política del momento, no supo leer el resultado del 14 de abril, ha actuado como si hubiese ganado 80-20 y trata de pasarle una aplanadora a la otra mitad del país (que votó por Capriles). Maduro no tiene el liderazgo ni la fuerza para imponerse. El gobierno no está haciendo nada para solucionar la crisis política.
¿Y ve más represión?
Si ellos creen que con más represión van a resolver la crisis política, están equivocados. No solucionan, sino que pierden popularidad. ¿Qué salidas hay? El gobierno claudica. Ahí está Alberto Fujimori, que mandó una carta un año después desde Japón. La ruta es agotar toda la institucionalidad.
El gobierno dice que no hay crisis política. Esa crisis, que usted dice que hay, ¿cómo afecta a los ciudadanos?
Bueno (risas), creo que los únicos que dicen que no hay crisis es el grupito de los “enchufados” (el gobierno). Aquí hay una crisis que generó el gobierno, no la oposición.
Pero, ¿cómo afecta al ciudadano? ¿La gente no sentirá que, con los problemas cotidianos, lo que usted hace no llegará a ningún lado?
No, porque son dos procesos que caminan al mismo tiempo. La ruta electoral, la crisis política va por un lado y el Comando Simón Bolívar migra de comando a defensoría del pueblo Simón Bolívar. Que en cada comunidad reporten si hay agua, luz, cómo está la carretera. Ese trabajo no choca con la impugnación en el Tribunal Superior de Justicia (TSJ). Esto no es un proceso de hoy para mañana. ¿Cómo afecta al ciudadano? El conflicto político lo que hace es que todas las energías estén volcadas a eso y no a la solución de los problemas de los venezolanos.
En el Consejo Legislativo de Miranda insisten en que hay una falta absoluta (de Capriles) en el estado. Usted aclaró que ante cualquier acción, respondería
La conflictividad política quiere arroparnos y desviarnos. Yo de aquí me voy a Barlovento a entregar una escuela y voy a seguir solucionando problemas. Si ellos pretenden desconocer mi autoridad como gobernador, yo también desconozco al Consejo Legislativo. No voy a claudicar ni me voy a dejar chantajear.
¿No ve un escenario en el que el gobierno apueste al caos y decrete un estado de emergencia?
Yo creo que eso es una lotería que lejos de solucionarle el problema agravaría la crisis política. No es verdad que no hay ruido internacional respecto a la elección de Maduro, eso es lo que él está tratando de hacer creer con una foto con (el presidente uruguayo José) “Pepe” Mujica, con la señora (Cristina) Kirchner (presidenta argentina), una foto en Brasil. Una foto no lava la ilegitimidad.
¿Qué estrategia se aplicará para las elecciones municipales? ¿Cómo motivar a la gente luego de afirmar que le robaron las elecciones?
Son dos cosas distintas. La lucha con el tema de las condiciones y el árbitro no condiciona ni nuestra participación ni nuestro voto. Soy enemigo de la abstención. Estoy sentado aquí y tenemos esta discusión porque decidimos votar. No hubiésemos ganado las elecciones si no hubiésemos dado la lucha política. Si no votas no hay lucha ni hay nada.
¿La ausencia de Hugo Chávez hace que la lucha política y electoral se active de una forma más enérgica? ¿Por qué ahora se atreven a señalar al árbitro electoral?
Porque en los otros procesos las irregularidades significaban aumentar el colchón, pero Chávez ganaba las elecciones. El 7-O, yo dije: con todas las irregularidades, todavía ganaba Chávez. Siento que el país estaba en una situación de tanta tensión que si yo no tengo las pruebas y los elementos que me permitan decir que 1.5 millones de votos puedo revertirlos, era hacerle un daño gigantesco a toda la fuerza que se había creado. El 14 de abril no fue así. Creo que con Chávez se cerró un ciclo en el país y se abrió otro. Nosotros sabemos cuántos votos tenemos, pero pido que me den los cuadernos de votación para demostrarle al país cuántos votos de más le metieron a Maduro para tener 220 mil de diferencia.
¿Hasta cuándo será la lucha de Capriles? Van hacia los organismos internacionales, pero el Sistema Interamericano está colapsado, con cinco años de retraso
El caso de Perú (Alberto Fujimori) no se resolvió con los organismos internacionales. Es la implosión del gobierno, el gobierno que claudica. Yo aguanto todo el tiempo que sea necesario, la verdad no claudica.
El vicepresidente de Estados Unidos pide diálogo. Si Maduro lo llama, ¿usted iría a dialogar?
Yo estoy absolutamente a favor del diálogo, pero el diálogo no es con una pistola en la cabeza. Si tú quieres diálogo, tienes que generar las condiciones para que exista. Respetar las partes, no perseguir ni abrirle juicio a nadie.
Axel Vásquez, El Universal, 12 de mayo.

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